"HISTORIA DEL MALINKE"
Es usual encontrarnos con que en Sudamérica y en el mundo occidental en general, las complejidades políticas, sociales y culturales que reúne la historia de África nos resultan desconocidas.
El Malinké no solo representa una riquísima cultura musical, sino también hitos históricos y enseñanzas ancestrales pasadas de generación en generación. La estructura musical, danza ceremonial, pasión artística y devoción por instrumentos simples y profundos como el djembé, dominan extrasensorialmente a sus artistas y espectadores.
En una entrevista realizada a Sekou Saramandy Kouroma (periodista de Conakry Guinea) él señala que la cultura del oeste de África está basada principalmente en la historia relatada en los textos Árabes (en donde nos relatan sobre los Wankara, los primeros habitantes del área donde más tarde se estableció el imperio Mandingue).
Él afirma: “La crónica transmitida generalmente por vía oral, es un recurso del que no puede prescindir el historiador".
Por incierto que sea su valor, no puede pasarse sin su auxilio.
Una tradición puede conservarse asombrosa-mente durante siglos, castas profesionales que son la memoria social del grupo se transmiten de generación en generación poemas que los gritos (casta de músicos especializados en transmitir las tradiciones orales) recitan periódicamente acompañando estos versos con rasgueos del Kora. Los Wankara llegaron alrededor del año 760 a.C., fundaron un estado federal llamado Oudoma, “La tierra de la plenitud”.
Luego del decline del imperio Ghanés, emergió el imperio Malí, fundado por Malinkés, también llamado Mandingue.
Los países contemporáneos que solían ser partes del imperio Malí son: Guinea, Malí, Burkina-Faso, Costa deMarfil, Sierra Leona, Liberia, Gambia y Senegal.
La cultura de los mandingas, a diferencia de la mayoría de los africanos, es patrilineal y patriarcal. Son predominantemente musulmanes, pero aunque observan el lavado ritual y los rezos diarios, muy pocos utilizan el vestido árabe y ninguna mujer usa el velo. Las prácticas más famosas de Manden son sus hermandades de varones o mujeres, conocidas como Poro y Sande o Bundu, respectivamente. Tradicionalmente, la sociedad mandinka es aristocrática, basada en un sistema de castas con nobles y vasallos. Antes, como la mayoría de los africanos, también tuvieron esclavos, a menudo prisioneros de guerra y generalmente de las tierras que rodeaban su territorio. Los descendientes de reyes y de generales anteriores mantenían un estado social más alto que sus compatriotas nómadas o asentados. Con el tiempo las diferencias se han igualado, correspondiendo con la mayor o menor fortunas de cada grupo. Aunque el mandinga llegó a muchas de sus actuales localizaciones como invasor o comerciante, l
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